Tecnología Romana

La civilización romana era bien conocida por sus debates públicos, especialmente por contribuir
mediante la transmisión de las noticias en cuanto a cada detalle respecto a los aspectos militares, legales y civiles del imperio. Para ello, los romanos crearon lo que fue la primer forma de periódico o noticiero: la llamada Acta Diurna o “actos cotidianos”. Consistían en placas de roca y metal tallado en donde se comunicaban las noticias más importantes del día, que comenzó a entregarse entre los romanos próximo al 120 a.C.

Aunque el Acta Diurna, diario o archivo de Roma, se llevaba publicando desde hacía años, no fue hasta el 59 a.C. cuando Julio César decidió ir más allá y hacer públicos los temas y negocios tratados en el Senado vía Acta Senatus, el equivalente a nuestro diario de sesiones del Congreso. Más tarde, y a través de la Acta diurna populi Romani, se publicaron también las decisiones de asambleas populares y tribunales, avisos de subastas, nacimientos, fallecimientos, matrimonios, divorcios y otros acontecimientos sociales. Aquellos primeros periódicos gratuitos se publicaban en unas tablillas en el Foro, centro neurálgico de la ciudad, para que todo el mundo tuviese acceso a las noticias de interés general (Acta Diurna y Acta Senatus) y, como hemos visto, a las del corazón (Acta diurna populi Romani). Y si a estas actas las podríamos equiparar con nuestra prensa, a los que las redactaban, los diurnarii, los podríamos denominar los periodistas de la antigua Roma.

Además, como la información siempre ha sido poder y en Roma la libertad de expresión no existía todavía, las noticias que se publicaban estaban controladas por las autoridades . Aunque inicialmente sólo Roma tenía el privilegio de estas publicaciones, pronto fue necesario realizar numerosas copias y hacerlas llegar a todas las provincias romanas. 

Y para cerrar el círculo de los medios de información, estaban los subrostani que, a modo de freelance (free, libre y lance, lanza; que hace referencia a los caballeros medievales sin señor que se alquilaban por dinero) o puras agencias, vendían las noticias que decían conocer de primera mano. El problema de los subrostani era que te podían colar rumores y chismes por noticias contrastadas o, peor aún, vender noticias por encargo de terceros interesados. Y a imagen y semejanza de nuestros resúmenes anuales con las noticias más impactantes o relevantes, en Roma se editaban los Annales Maximi, normalmente copados de batallas, conquistas e inauguraciones de obras públicas.

Fuentes:
http://historiasdelahistoria.com/2016/11/23/periodicos-y-prensa-rosa-en-la-antigua-roma
https://www.vix.com/es/btg/curiosidades/6272/8-grandes-inventos-de-la-antigua-roma-que-debes-agradecer

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